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De los miembros de la llamada Escuela de Francfort, Adorno fue quien dedicó especial atención al fenómeno artístico. Su preocupación permanente consistió en reconciliar el arte y el mundo actual, y ya en 1938 trazó en ese intento los esbozos de una teoría estética. Marc Jimenez basa este trabajo en la Aestetische Theorie, último texto de Adorno y aparecido en 1970, poco después de su muerte. El arte puede evadirse de las formas que le han sido asignadas y aparecer como carente de “función” social y contenido de verdad; sin embargo, la obra de arte moderno dice con elocuencia lo no-evidente de la violencia ideológica. Pero después que los artistas han puesto caos en el orden, es necesario “poner orden en el caos”, procurando determinar ante todo qué puede y debe llegar a ser el arte so pena de desaparecer. La obra artística es siempre un enigma cuya solución está contenida en sí misma “potencialmente”. Por eso el trabajo de Adorno, dice Marc Jimenez, es una invitación a una nueva lectura de la obra de arte.